Ombligo de Venus, ombliguera

(Umbilicus rupestris)

Crece en zonas rocosas, incluyendo muros y techos de casas, también fructifica en el suelo y sobre los troncos de árboles cubiertos de musgo. 

Su periodo de floración es de abril a agosto.

En nuestra Provincia es relativamente fácil encontrarla pues se encuentra muy bien distribuida.

Se trata de una planta herbácea, perenne y glabra.

Sus hojas son por lo general de un intenso color verde, esto depende siempre del grado de humedad y a veces las encontramos con tonos rojizos, son carnosas, redondeadas, cóncavas, de hasta 4 cm de diámetro y con el margen festoneado. Las basales peltadas.

De la cepa surge un tallo erecto y simple, de él, cuelgan unas pequeñas flores pentámeras, que se reúnen en inflorescencias racemosas. Las flores son amarillentas, de aspecto tubular o casi campanulado. 

 El fruto es un polifolículo con varias semillas pardas en el interior.

SETAS DE NUESTRA PROVINCIA

http://www.youtube.com/watch?v=oHQdpojvjlw&feature=youtu.be

Libélula tigre

(Cordulegaster boltonii subsp. algirica)

En esta ocasión nos encontramos con esta preciosa hembra de libélula tigre, aunque este nombre común lo reciben otros odonatos de diferentes géneros y especies, muy difíciles todos de distinguir por su gran parecido cromático, esta claro que el nombre lo recibe por su llamativo colorido, que nos recuerda al de las avispas. Esta parecía estar posando para la fotografía, una hembra presumida, pues antes de irse volando llegué a tocarla con la lente del objetivo. Lo que más me ha llamado la atención, al ver la segunda fotografía de cerca es la complejidad de dibujos que forman sus alas, luego he descubierto que muchas de las especies y subespecies solo se pueden identificar gracias a esas intrincadas redes. 

Este ejemplar fue encontrado en una zona próxima a un río con aguas corrientes y frescas. Aunque esta especie soporta un cierto nivel de contaminación. 

Pocos odonatos hay tan inquisitivos como éste. Los machos mientras vigilan su territorio vuelan incansablemente arriba y abajo sobre el cauce a unos 30 - 150 cm de altura, no dejarán libélula tranquila y serán feroces con otros machos de su especie. 

Adelfilla, flor de sangre, bandera española

(Asclepias curassavica)

Las plantas típicas son subarbustos perennes que crecen hasta 1 m de altura. Las hojas se disponen opuestas en los tallos, son lanceoladas y agudas en las extremidades. Las flores surgen en cimas terminales con 10 a 20 flores cada una. Frutos fusiformes de 5 a 10 cm de longitud, llamados folículos. Los folículos contienen semillas ovales oscuras de 6 a 7 mm de largo, éstas poseen pelos sedosos que les permiten flotar en corrientes de aire cuando los folículos se abren. 

Las plantas contienen una savia lechosa, como la mayoría de los miembros del género. Estas plantas florecen casi todo el año. 

Esta especie es excelente en jardines de mariposas o como flor cortada. Hay una gran diversidad de cultivares con flores de colores mejorados. 

Esta planta que es nativa de la América tropical, actualmente se encuentra naturalizada en muchas otras  partes del mundo. 

Estas fotografías fueron tomadas en Algeciras, no es todavía una planta abundante pero según la zona no es difícil dar con algunos ejemplares.

Es una de las dos especies con que se alimentan las orugas de la tan conocida mariposa Monarca, junto con Asclepias fruticosa, nativa del sur de África, desde donde llegó a España a finales del siglo XVIII.

Trichoglossum hirsutum

Carpóforo: curioso y pequeño hongo de los Ascomicetes con forma de lengua peluda, de 1 a 2 cm de altura, de color negro y superficie cubierta de pelos rígidos y negruzcos, más tupidos hacia la base, bien visibles con una lupa y dando un aspecto aterciopelado.

El pie es cilíndrico, del mismo color que la cabeza, siendo en realidad una prolongación de ésta.

La carne es escasa, de color negruzco y con olor fúngico poco llamativo.

Solemos encontrarlo en lugares muy húmedos, entre el musgo, tanto en otoño como en primavera, formando colonias de varios ejemplares, en las orillas de los arroyos. 

No es muy frecuente y carece de valor gastronómico.