Fue declarado como Monumento Natural de Andalucía en septiembre de 2003, su singularidad proviene de el proceso geomorfológico que creo el cañón, además de por las especies que en él habitan, en particular, el buitre leonado que anida en sus paredes y le da su nombre.
El cañón ha sido formado por la acción erosiva del río Guadiaro sobre la base de materiales de calizas, dando lugar a una estrecha y profunda hendidura que supera en algunos tramos los 100 metros de profundidad. Colgado a unos 70 metros de altura, lo atraviesa el llamado "Puente de los Alemanes" construido en 1918, que no es un puente sino una conducción de agua por la que esta llega a la central eléctrica de el Colmenar.
Si deseamos hacer este impresionante desfiladero, antes debemos de pedir un permiso y solo está autorizado entre el 15 de julio y el 15 de septiembre. Esto se debe a las importantes y peligrosas crecidas que producen las lluvias a partir de octubre. De ahí que solo se haga exclusívamente en la temporada de verano.
Nosotros, es decir, Isabel, Gonzalo, Marta, Jesús y yo, comenzamos dejando un vehículo en la barriada de el colmenar, frente a la estación hidroeléctrica. Luego con el otro vehículo fuimos hasta un cortijo, que está a unos 5 km saliendo de el Colmenar, por la pista forestal, conocido como el cortijo de el cabrero. Después de darle 1 euro por persona al cabrero, para poder cruzar por su finca, nos dirigimos por un sendero hasta el famoso Puente de los Alemanes. Como se puede ver en las imágenes, se accede al puente por la boca de la cueva, siendo ésta algo baja y de escaso recorrido. Una vez en el puente se puede apreciar la altura a la que nos encontramos y la estrechez del laberíntico desfiladero que vamos a seguir. En su primera mitad, encontramos abundantes zonas acuáticas, bastante sombrías. Ya en la segunda mitad tiene un cauce más amplio y soleado, donde empezamos a ver sobre nuestras cabezas volando los primeros buitres leonados.
También debemos saber que el descenso del Cañón de Buitreras, no es apto para todo el público, pues se trata de una actividad de barranquismo de dificultad media, adecuada para personas con alguna experiencia en actividades de montaña (escalada, rápel, espeleología...) y que sepan nadar bien.
A parte del equipo normal para descender, como cuerdas, rapeladores, ochos, casco, sacas, etc. Es necesario usar un traje de neopreno de 5 mm de dos piezas o enterizo por la abundancia de zonas acuáticas y lo sombrío del recorrido en su tramo central. En el recorrido nos encontramos con varios rápeles cortos y pequeños saltos al agua, toda una aventura para personas como yo, que lo hacen por primera vez. Un cañón que si se puede, se debe hacer por las bonitas vistas sobre él mismo que te acompañan durante todo el trayecto.
Una vez lleguemos a una zona, donde suele haber gente bañándose, será nuestro indicativo para dar por finalizada la jornada. Desde ese punto encontramos un estrecho sendero que nos conduce a la hidroeléctrica donde tenemos nuestro vehículo aparcado, de nuevo en el punto de partida, población de Estación de Gaucín. Ya solo nos falta hidratarnos bien en uno de los bares del pueblo, comentar el día y recoger el segundo vehículo para poner rumbo a casa.
Este post va dedicado a esa gran familia que nos encontramos tanto al principio como al final del recorrido, y en especial a esa pareja de jóvenes que vimos de nuevo en el bar. Para ti, que eres de Prado del rey y llevas un bonito ramo de juncos para tu madre.