(Lacerta lepida)
Es sin lugar a duda el mayor y más bello de nuestros saurios ibéricos.
Su cuerpo es de color verde-amarillento, adornado por grandes ocelos azules. De aspecto muy robusto, capaz de alcanzar tallas enormes, de extremidades bien desarrolladas y cola de doble longitud que el resto del cuerpo. La cabeza es grande, armada de poderosas mandíbulas. La coloración juvenil es verdosa con ocelos claros.
Éste lagarto puede propinar dolorosos mordiscos a quien lo importuna, apretando aún más al intentar librarnos de sus fauces.
El dorso y el costado, presenta un verdadero mosaico de gran belleza formado por pequeñas escamas dorsales que son redondeadas y coloreadas de verde, negro, azul y amarillo.
Los machos son los que alcanzan las tallas mayores, tienen la cabeza más grande y por tanto mandíbulas más poderosas. Estamos ante un animal ágil, solitario y muy territorial. Amante del sol, aunque en días muy calurosos rehuye las horas de mayor insolación.
La época del celo se extiende desde abril hasta julio. Por lo general una sola puesta, aunque pueden darse hasta dos por año, abriendo con las patas traseras un orificio en la arena y depositando sus huevos.
Los lagartos ocelados siguen siendo abundantes en la Península Ibérica, lo que ha determinado que la especie no se considere amenazada.
Su alimentación es específicamente insectívora. Sus enemigos naturales directos son la culebra bastarda y el águila culebrera, para los cuales constituye el lagarto una parte importante de su alimentación.
Las fotografías de éste joven ejemplar tomando el sol, sobre un trozo de asfalto, fueron tomadas en el margen de una carretera bastante transitada de Sanlúcar de Barrameda. Un lugar donde al parecer se siente seguro y donde puede encontrar refugio rápidamente.
Curiosidades:
- En algunas áreas está considerado como una exquisitez gastronómica, e incluso en algunas zonas es usado para la elaboración de macerado en orujo o aguardiente. (Licor de lagarto).
- Los seguimientos realizados hasta la fecha en las carreteras españolas consideran al lagarto ocelado como el segundo reptil en número de atropellos detectados.
- Cuando se siente acorralado como mecanismo de defensa, enseñará las mandíbulas a cualquier oponente que quiera capturarlo, por muy grande que sea.
Éste post quiero dedicárselo a uno de mis últimos miembros y gran amigo mío, Miguel Garrido, porque aunque en la primera instantánea no he conseguido sacar el ejemplar completo, y sabiendo él, del equipo que dispongo, apreciará la dificultad que tiene y el resultado para mí, bastante satisfactorio de la misma. Un abrazo campeón.
Que guapo y que colorido sacan los rectiles y es pequeño de grande aun es mas bonito
ResponderEliminarChulísimo el post Manolo, no tiene que ser nada fácil conseguir fotografiar a un lagarto
ResponderEliminarEste es el más espectacular de todos. Sobre todo cuando está en el celo que se acentúan más los colores.
ResponderEliminarGracias Isaac, es estar muy atento a todo y tener mucha suerte.
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