Cardo mariano, cardo borriquero

(Silybum marianum)

Es una planta herbácea anual o bienal, erecta de hasta 2 m de alto, ramificada en la parte inferior. Presenta una roseta basal de hojas grandes con vetas verdes y blancas, correosas, lustrosas y espinosas. Los capítulos, de gran tamaño, nacen en solitario sobre tallos largos y están envueltos por espinas rígidas y agudas de hasta 40 mm de largo, una defensa eficaz incluso contra el ganado. Este cardo es muy fácil de distinguir entre otros, por sus hojas, recorridas en su haz por franjas de color blanco lechoso y por sus capítulos que nos recuerdan a la alcachofa que consumimos.  

Esta planta es muy común en nuestra zona y se suele ver en bordes de caminos y campos, baldíos, barbechos, solares, etc.

Datos curiosos:

- Las semillas del cardo mariano se han venido usando desde hace siglos con fines medicinales. De ellas se obtienen sustancias como la silimarina, que se usa en afecciones crónicas del hígado y la vesícula biliar; o la silibinina, que se usa en casos de intoxicación por ingestión de amanitas (por ejemplo la Amanita phalloides o la Amanita muscaria). 

- Interviene favorablemente en casos de piedras en  riñones y vesícula. 

- Normaliza la glucemia, bajando el azúcar en sangre. 

- Rebaja los niveles de colesterol. 

- Puede tener aplicaciones en la prevención del cáncer.

- Se usa para tratar complicaciones en pacientes de sida.

- También se usa en multitud de productos que aseguran reducir los efectos de la resaca.

- Se usa como complejo vitamínico especialmente para aumentar la producción de leche en mujeres tras el parto. 

Podríamos decir que estamos ante una auténtica joya de la naturaleza, ahora, a ver quién es el valiente que la toca.